· Retrato
de la madre del artista es su obra más famosa, demostrativa de esta doctrina.
La situación del cuadro en la pared, los reflejos delicados de la luz en la
cortina, y la composición en general, poco corriente, demuestran hasta qué
punto Whistler había absorbido el arte japonés, además del europeo. (Para
rendir tributo a su interés y amor por el arte oriental, Whistler adoptó como firma
una mariposa.) Retrato de la madre del artista fue titulado originalmente
Arreglo en gris y negro, y Whistler escribió que el público no sentiría ningún
interés por la identidad de la modelo, su madre. Este fue el sistema que utilizó
Whistler para demostrar claramente que consideraba al sujeto como algo sin
excesiva importancia, excepto como vehículo para los elementos más formales de
la pintura.
Enlace relacionado:
No hay comentarios :
Publicar un comentario