Las
puertas que conducen al paraíso. Pintora norteamericana de estilo post-impresionista
caracterizada por el colorido dinámico y vanguardista que aplica a través de la
espátula. Se trata de la artista plástica Mikki
Senkarik, nacida en 1954 en la ciudad de Oak Ridge, estado de Tennessee.
El
padre de Mikki trabajó en el Proyecto Manhattan durante la segunda guerra
mundial, tenía como objetivo la fabricación de la bomba nuclear, sin embargo después
de terminado este trabajo de su padre, se trasladaron con su familia a la
Florida, donde transcurrió su infancia entre animales domésticos y el paradisiaco
paisaje tropical.
Senkarik se gradúa en el colegio de medicina de
Georgia, e ilustró casi medio centenar de libros relacionados con temas para médicos. Ella
cataloga su arte como “plein-aire” e influenciada por paisajes de flores con arquitectura de lugares en
los ha vivido o visitado como turista.
La artista se define como “una jardinera y fan de los vaqueros de Dallas de Texas. La pintura y dibujo son el aliento que dan fuerza a mi vida, no me imagino mi vida sin poder pintar” |
El dibujo para libros de medicina la limitaba hasta que decidió incursionar en el arte del paisaje donde dio rienda suelta a su imaginación. |
Su historia es triste pero las traumáticas experiencias no se reflejan en sus pinturas, de hecho el colorido de sus paisajes es alegre e incita a la vida y la libertad. De su niñez cuenta. “Mi padre biológico me abusó sexualmente cuando yo era tan solo una niña. Estudiar en colegio fue una oportunidad para alejarme del abuso.
Después fui a la Universidad del Sur de la Florida y luego al Colegio Médico de Georgia, obteniendo una Maestría en Ilustración Médica. Mi primer trabajo como ilustrador médico fue en San Antonio, Texas. Fue allí que conocí y me casé con mi primer marido. Mi vida profesional era grande, pero mi vida personal era un fracaso. Al igual que muchas de las víctimas de abuso sexual, el camino me llevó de un padre abusivo a un marido alcohólico y abusivo.
Sus
pinturas de Mikki Senkarik son sinfonía
para los ojos, la gran mayoría de sus cuadros son paisajes donde el color tropical
de vegetación se funde con las vivendas. Arcos, ventanas, puertas, jardines se
conjugan en bellas composiciones que nos llevan a un paraíso.
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