Con
una fuerte influencia de la pintura costumbrista, Francesco Mangialardi plasma
la antigua arquitectura italiana. El artista tiene una fijación especial por
pintar callejones empedrados, fachadas de casas viejas, ventanales, balcones,
puertas y todo vestigio colonial arquitectónico que tiende a desaparecer con la modernidad.
Los tonos grisáceos de las paredes, calles y sombras alternan con el color
propio del paisaje mediterráneo que da vida con su luz destellante. La obra de Francesco
Mangialardi es un interesante juego de composición con la arquitectura, puntos de
fuga y otros elementos del dibujo y la pintura artística tradicional.
Es interesante la pintura de Francesco en una época de modernidad y abstracción, él permanece fiel al costumbrismo |
Francesco Mangialardi nació en Mileto, desde joven se trasladó a Roma donde trabajó en un tienda de ropa cerca Plaza de España. En sus tiempos libres visitaba los museos y galerías de la ciudad y fue ahí donde surgió el amor por la pintura y el arte. Sus cuadros son de estilo costumbrista, me encantan de manera especial los viejos balcones con barandales de hierro forjado, las coloridas puertas de madera que le faltan vidrios y las paredes corroídas por el tiempo que dejan ver los ladrillos de su interior. En sus pinturas se aprecia la nostalgia de periodo tradicional que poco a poco van muriendo y que Francesco los rescata para nosotros en sus paisajes.
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