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Los
retratos de Gainsborough evolucionaron de un estilo más bien rígido e ingenuo en
sus primeras obras hasta una complejidad fluida y graciosa, de carácter muy
inglés, pero con una leve influencia de la obra de Van Dyck y Watteau. Sus
cuadros tienen una lozanía espontánea gue surge de su parecido, rápidamente
captado y conseguido.
Su tratamiento de las telas y de los tejidos
es soberbio; su utilización de la luz, dramática; su togue, seguro. El muchacho
azul, uno de los cuadros más famosos del mundo, fue pintado como desafío a la
afirmación de Reynolds de gue el azul sólo podía ser utilizado de manera
limitada en un retrato. Master Jonathan Buttall, ataviado de resplandeciente
azul y ante un paisaje natural, es la quinta esencia de la aristocracia inglesa
del siglo XVIII, al mismo tiempo que un sencillo muchacho, con la dulzura de su
edad.
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