Los primeros pasos para pintar con
acuarela. A este propósito, al principio
resultará útil practicar con el blanco y el negro, usando tinta china diluida con
agua; de este modo el problema de los colores se deja para más adelante y
podemos familiarizamos mejor con el uso del pincel.
Para ello se necesita una escudilla donde se
ponen algunas gotas de tinta china con el pincel, un plato blanco normal que
hará de paleta y los pocillos para el agua. Se procede como en la acuarela, pero
usando las cartulinas blancas que venden en las papelerías y que quedan
perfectamente planas durante todo el trabajo.
Antes de acabar, damos un consejo sobre lo que decíamos al principio a
propósito del "lavis': a quien se dedica por primera vez a la acuarela le
resultará muy útil ejercitarse un poco en el 'lavis', o sea en extender
veladuras.
Bastará humedecer bien el papel fijado en la tableta, esperar a que
esté bien seco y, una vez colocado de nuevo sobre la mesa, cubrir
horizontalmente con color una buena parte de su superficie blanca, empezando
siempre desde arriba. El color (uno cualquiera) deberá estar muy diluido y el
pincel muy mojado; las pinceladas anchas y horizontales se fundirán en el plano
inclinado hacia abajo, mientras que la tinta tenderá a tomar cuerpo; al final, se
recogerá con el pincel bien escurrido la mayor parte del líquido depositado en
la base. Esto es todo; siempre que no se tenga miedo de estropear el papel.
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